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Los aranceles siempre han sido un tema sensible para las empresas que dependen de insumos, tecnología o servicios provenientes del extranjero. Pero en los últimos dos años, los cambios regulatorios han tomado mayor velocidad y están transformando no solo la manera de importar y exportar, sino también cómo se toman decisiones comerciales, financieras y operativas.
Hoy, los líderes empresariales deben preguntarse:
¿Qué impacto tendrán los aranceles en mis costos y en la relación con mis clientes? ¿Cómo puedo responder sin perder margen ni competitividad?
En síntesis: los costos y tiempos de operación son más inciertos que nunca, y el riesgo no está en un país aislado, sino en cómo estos cambios se entrelazan globalmente.
Incremento directo en los costos
Una subida del 10% en arancel puede significar un aumento de hasta 5–15% en el precio final de ciertos productos clave.
Márgenes presionados
No siempre es posible trasladar el alza al cliente; la diferencia recae en el margen y en el flujo de efectivo.
Mayor riesgo de morosidad
Cuando los precios suben y los plazos no se ajustan, crece la probabilidad de atrasos en pagos.
Complejidad de cumplimiento
La verificación de origen y los trámites aduanales se vuelven más estrictos, lo que exige mayor preparación documental y asesoría.
Reconfiguración de la cadena de valor
El nearshoring hacia México y la diversificación de proveedores se están acelerando como respuesta natural a este entorno.
La clave no está en reaccionar con medidas aisladas, sino en alinear finanzas, operaciones y comunicación. Estas son las tres palancas que cualquier empresa puede accionar de inmediato:
Simulación de escenarios: proyecta cómo se verían tus costos si los aranceles aumentan +5%, +10% o +20%. Hazlo sobre tus 20 productos o servicios principales para tener un panorama claro.
Decisiones de precio inteligentes: no todos los clientes reaccionan igual. Define cuándo absorber el costo (clientes estratégicos), cuándo trasladarlo parcialmente y cuándo trasladarlo por completo.
Liquidez protegida: revisa políticas de crédito y define mecanismos de cobranza más estrictos o flexibles según el perfil de cliente. Aquí los recordatorios preventivos (SMS, WhatsApp o llamadas automatizadas) son vitales para mantener flujo constante.
Mapa de exposición arancelaria: cruza tus proveedores y contratos con las fracciones arancelarias involucradas. Clasifica el riesgo como alto, medio o bajo.
Diversificación de proveedores: no dependas de un solo país ni de un solo proveedor. Evalúa opciones de nearshoring en México o Latinoamérica y busca esquemas de “dual sourcing”.
Contratos actualizados: añade cláusulas que te permitan renegociar precios o tiempos si hay cambios arancelarios. Esto reduce fricciones futuras.
Gestión de inventarios inteligente: evita sobrecomprar en pánico, pero sí asegúrate de contar con stock suficiente en insumos críticos de alto riesgo.
Transparencia primero: explica con claridad qué cambia, desde cuándo y por qué. Las empresas que comunican bien generan confianza, incluso en medio de incrementos.
Ofrece alternativas de valor: si subes precios, compénsalo con combos, servicios adicionales o garantías extendidas.
Omnicanalidad real: no basta un correo. Usa WhatsApp, SMS, email y llamadas para asegurarte de que todos los decisores reciban el mensaje.
Cobranza consultiva: no esperes a que un cliente caiga en mora. Anticípate con recordatorios y ofrece renegociaciones o planes de pago flexibles cuando detectes señales de tensión.
Imagina que importas insumos de acero con un costo base de $100,000 USD. Con el nuevo arancel, el precio sube un 15%.
Los aranceles no son un fenómeno temporal, son una nueva constante del comercio global. La ventaja competitiva no estará en quien tenga los precios más bajos, sino en quien logre:
En un contexto donde los cambios llegan de un día para otro, la tecnología y la gestión de datos se vuelven esenciales para reaccionar con rapidez y mantener el flujo de efectivo bajo control.
Y aquí es donde entra el verdadero diferenciador: contar con aliados estratégicos que traduzcan la complejidad en soluciones prácticas, desde la automatización de flujos de comunicación hasta la visibilidad en tiempo real de indicadores financieros y operativos.
Si tu empresa está lista para transformar la incertidumbre en ventaja competitiva, el siguiente paso es claro:
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